En este sentido, Burlando determinó: “Lo internaron engañando a la familia, en un lugar inapropiado, sin ningún tipo de condición para una internación domiciliaria, una persona que tenía muchos problemas de salud. Se lo interna y se lo deja prácticamente en el abandono y la demencia de mucha gente, que hizo cualquier cosa con él, menos cuidarle la salud”.
Respecto a las responsabilidades de cada uno de ellos, consideró que era posible salvar al exfutbolista: “Hasta el día 24, él fue internado en esta casa que era una tapera, el día 11/11 al 24 a Diego le salvaban la vida con un llamado telefónico. El que hubiese visto los síntomas notorios y que eran muy visibles, llamaban un taxi o un remis, lo ponían en un sanatorio y sabían qué hacer”. Además, afirmó que alguien o más de una persona podría haber contratado “a esta gente y llegaron a este resultado”.